Yehováh: un fuego consumidorEntendiendo las descripciones metafóricas de Dios en la Biblia, su relación con el fuego y el uso del antropomorfismo para describir atributos incomprensibles al entendimiento humano.
En la penúltima porción de la Torah, Ha Azinu, Moisés entona un cántico que debía ser recitado y recordado por los israelitas por todas sus generaciones.
Como se describe en la porción anterior, el común de los israelitas escucharía la lectura de la Torah cada siete años, por lo tanto, este breve cántico que resume en gran parte la historia de los israelitas, el pacto de Dios y una amonestación por la posible infidelidad del pacto, ayudaría a los israelitas a constantemente recordar su historia y a grandes rasgos recordar de que trataba la Torah. Yehováh es un Dios celosos que respira fuego
Entre las descripciones de Cántico de los pecados de Israel y los castigos de Dios, Moisés ofrece una explicación antropomórfica del severo juicio de Dios (32: 19-22). Donde Dios soplaría fuego de su nariz hasta llevar a los israelitas al Seol.
אף ¿Que Nariz?Casi todas las traducciones de la Biblia, así como el Targunim y la Septauginta, traducen la palabra hebrea "af" como ira, en este caso diciendo, "un fuego se enciende de la ira de Dios o de mi ira, כי-אש קדחה באפי."
No obstante, aunque sin duda es una posible o correcta traducción moderna de la Biblia, en el antiguo Hebreo Bíblico esta palabra simplemente significa nariz. Los lingüistas cognitivos, académicos que estudian la interacción entre la cognición, la fisiología y el lenguaje, han observado que las descripciones de las personas de una emoción y las metáforas que usan para describir la emoción pueden reflejar los cambios fisiológicos que las personas perciben cuando experimentan esa emoción. La definición de אף ('af) como ira refleja este fenómeno. La ira se conceptualiza, transculturalmente y en muchos idiomas, incluido el hebreo bíblico, como encarnado físicamente en el calor. Un clásico ejemplo de esto, es como las caricaturas mundialmente ilustran a un buey enojado, listo para perseguir al villano de la serie, al soplar un cálido humo por su nariz. Por lo tanto, el efecto fisiológico percibido de la ira al sentir calor, especialmente si la nariz se calienta, conduce a la caracterización de la ira como un ardor en la nariz o, para abreviar, una nariz. Ahora bien, es muy poco probable que los israelitas de la Biblia hayan hecho un estudio sobre la fisiología o el lenguaje del mundo, o en este caso, sobre una nariz que puede representar la ira o el enojo en su cultura o para todo el mundo. Pero para ellos no era necesario toda esta explicación. La Torah simplemente dice "Si, un fuego salió de mi nariz, que arderá hasta lo profundo del Seol" y en su contexto cultural, los israelitas fácilmente enlazarían esta imagen representativa de Dios, con el enojo, la ira, como la de un buey agresivo que echa mucho humo de su nariz cuando luchan con otro para demostrar su fuerza a las hembras. No obstante, a través de éste análisis, los griegos y luego los traductores contemporáneos lograron exitosamente interpretar la palabra hebrea "af" como ira pero terminaron quitando la palabra nariz, su traducción literal y más correcta. ¿Qué diferencia hace la una con la otra?Hace un tiempo, conversando con un pariente cristiano, discutíamos sobre la identidad de Dios, uno de sus argumentos trataba de como Dios en el Nuevo Testamento es un Dios de amor, mientras el Dios del Antiguo Testamento o la Mikra, es un Dios impaciente, más demandante y enojón.
Por más cómico que esto pueda sonar le pregunté sus fuentes, consciente de la palabra "af" en hebreo, y me apuntó a muchos pasajes bíblicos que describen este mismo escenario:
El listado continúa y básicamente podríamos concluir sin mucho que decir, basado en una traducción española de la Biblia, que Dios pasa la mayor parte del tiempo enojado.
Sin embargo, en hebreo, la interpretación de estos versos se vuelve más compleja, debido a que cada vez que vemos palabras como "se encendió la ira de Yehováh, o se enojó, o se encendió su furor", literalmente está diciendo, "se encendió la nariz de Yehováh o salio humo de la nariz de Dios". Por lo tanto, decir que Dios se enoja, basándose en cualquier traducción contemporánea de la Biblia es una interpretación que se da por sentado. Pero al entender que la palabra "אף" no significa enojo sino nariz, nos deja una compleja tarea de interpretar si a Dios realmente le sale humo de la nariz o esto es un lenguaje antropomórfico. Es decir, ¿Yehováh realmente se irrita y entra en un calor más alto que el de su entorno para que expulse una clase de fuego o humo de sus fosas nasales o la Torah simplemente está escrita en un idioma coloquial con el cuál los israelitas puedan entender un mensaje de Dios?, queriendo decir "no transgredan la Torah de Dios o le saldrá humo por su nariz como a ese fuerte e indomable buey que si lo irritas, no hay quien lo detenga." Representaciones antropomórficas del Fuego de DiosAhora bien, aunque la descripción de "la nariz" y su relación al fuego o el calor emitido por ella sirven para ilustrar una idea o sentimiento de Dios, como el Salmo 18:9
El fuego divino tiene una variedad de roles, más allá de ser el aliento en la nariz de Dios. El fuego de Dios le sirve de boca metafórica, con la que consume sacrificios. Por ejemplo, en 1 Reyes 18:38, Elías le demuestra al pueblo que Yehováh es el Dios verdadero cuando Dios desciende para "comer" y "lamer" los sacrificios con su fuego;
El fuego de Dios también sirve como su voz metafórica con la que habla la Torah al pueblo de Israel en el monte Sinaí (Deuteronomio 4:12)
De hecho, Dios usa el fuego como si fueran sus piernas, para descender a la montaña (Éxodo 19:18) y viajar junto con el pueblo de Israel en el desierto (13:21):
Por lo tanto, el hecho de que Dios respire humo o que fuego salga de su nariz no es el único problema de este descripción antropomórfica, sino que también "consume o lame" los sacrificios con el fuego como si representara su lengua, pero también es como su rostro, de donde salió la voz que escucharon en el Sinaí, y también sus piernas representadas por las columnas de fuego que iban delante de los israelitas en el desierto.
Entonces ¿Cómo debemos entender la representación de Dios a través del fuego? ¿Es esta una imagen de Dios? o ¿Es Dios realmente un fuego consumidor? ¿Quién es Dios?La idea de que Dios, un ser incorpóreo como lo describe la Biblia, se manifiesta para interactuar con la humanidad no tiene sentido. Y, sin embargo, la Biblia describe a Dios haciendo precisamente eso. Dios le habla a Moisés a través de la zarza ardiente, y él desciende en fuego sobre el monte Sinaí para encontrarse y hablar con todo el pueblo de Israel para que teman y crean en Moisés. Al usar el fuego para transmitir la presencia de Dios, la Biblia comunica el doble filo de Dios que se revela a la humanidad.
El fuego, y por lo tanto Dios, es peligroso e incluso letal (Éx 20:19). De manera similar, Dios es admirable y así como el fuego nutre al cocinar los alimentos y proporciona calor protector en el frío y es una guía iluminadora en medio de la oscuridad, es decir, es la sustancia o materia más grandiosa de la creación, asimismo, Dios nutre, protege y guía a su pueblo. Por lo tanto, al describir a Dios como fuego, la Biblia nos enseña que Dios es peligroso y letal pero también nos sustenta y nos da vida.
Dos detalles considero notables de esta porción bíblica, primero me parece irrazonable la petición de Moisés. Habiendo visto una zarza arder y una voz que salía de ella, un mar partirse en dos o fuego, temblor, humo y sonidos de shofares frente a sus ojos en el Sinaí, ¿Necesita más pruebas para creer en Dios? o ¿Qué realmente está pidiendo?
Por otro lado ¿Por qué la gracia de Dios siempre se describe como que sale de sus ojos? En el estudio, "Birkat ha Cohanim- Un Mensaje de Dios" explicamos el significado de la palabra "Jen" (gracia) de acuerdo al hebreo y su contexto escrito, del cual comprendimos que "la gracia" es una interpretación más que una traducción. Al igual que la palabra "אף" que literalmente significa nariz fue traducida como ira o enojo, la palabra gracia literalmente significa "brillo" (como el brillo del ojo) y fue interpretada al término "gracia" para explicarnos más o menos de que trata. Por lo tanto, del mismo modo preguntarnos si Dios pude tener gracia, puede parecer una respuesta fácil, ya que muchos pasajes bíblicos enseñan como Dios halló gracia en muchos personajes bíblicos, pero si nos preguntamos ¿a Dios le brillan los ojos? tendríamos que esforzarnos un poco más y cuestionarnos si es literal, a Dios realmente le lagrimean los ojos cuando nos ve, o es una metáfora. Incomprensible pero cercanoEn cierto modo, los traductores de la Biblia nos han ahorrado aquella tarea, prefirieron quitar palabras, como nariz, fuego o brillo y las reemplazaron por posiblemente una correcta interpretación. Pero la ignorancia de las palabras que se esconden detrás de estas traducciones nos privan de ver a un Dios más "humano" o que se esfuerza por interactuar con el hombre, incluso cuando es obvio que estas descripciones no deben ser interpretadas literalmente.
Estos análisis han llevado a muchos rabino a entender y explicar que Dios de hecho no siente amor, no odia, no se conmueve ni se arrepiente, esto es confirmado por pasajes como "Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta" (Núm 23:19). En cponclusión muchos creen que Dios es un ser "neutro". Lo tiene todo establecido y controlado y dado que no inmuta, es decir no cambia, no siente felicidad, ni tristeza ni ira, ya que eso significaría que paso de estar de un estado de felicidad a tristeza, etc. Pero si la Biblia no dice que Dios se enojó, sino que le ardió la nariz, y no dice que tuvo gracia, es decir fue compasivo o amoroso, sino que le brillaron los ojos ¿Cómo entendemos a este Dios? y si fuera neutro ¿De que sirven estas descripciones? Según entiendo, este es el propósito del antro o teomorfismo. Yehováh es un Dios incomprensible porque no ha sido creado por los hombres, no es el Dios bueno ni el Dios malo como suelen establecer las antiguas religiones. Tampoco es el Dios de la sabiduría o el de la buena suerte, todas estas categorías nos permiten establecer un dogma de Dios y luego ponerle una imagen. Sin embargo, el Dios de la Biblia se presenta como un ser supremo invisible, incomparable e incorporo cuyo conocimiento sobre pasa toda nuestra comprensión. ¿Pero cómo entonces se relacionaría este Dios cono los seres humanos si es tan lejano y diferente a nosotros? Pues, describiéndose así mismo con las cosas creadas de nuestra vida cotidiana. Es decir, Dios asume un rol de gallina protectora cuando es necesario reflejar aquella idea como se describe en Isaías 31:5. También asume un rol de padre o esposo para Israel para que le respeten y amen. En otros casos se describe como el manantial de agua viva para explicar que es la fuente y quien sustenta nuestras vidas, en otros casos es un fuego consumidor para transmitir temor pero también respeto. Es decir no podemos decir con claridad que Dios se enoja, ni se contenta, pues todas las descripciones de Dios en la Biblia en realidad no son definiciones concretas sino metafóricas. Pero si Dios quisiera enseñarnos que es un Dios neutro carente de emociones, se nos mostraría con esas descripciones a lo largo de Las Escrituras, pero no lo hace. Por lo contrario, denigra su imagen con representaciones físicas o metafóricas para que podamos acercarnos a El y más o menos saber "cómo es Dios y cómo se siente o cuales son sus emociones hacia nosotros".
Por lo tanto, volviendo al verso inicial de este estudio, podemos ver que Dios quiere transmitirnos la idea de "ira" o la sensación de que no está contento con nosotros si no guardamos la Torah, el cual es el contexto de este verso, pero no podemos decir con exactitud que Dios está enojado o se enoja, y debido a que es evidente que no esperamos en algún momento ver la nariz de Dios con la descripción de un fuego o ardor que llegará al Seol para luego fomentar la idea de un infierno y todas esas creencias griegas, este párrafo o pasaje por consiguiente, se entiende como una metáfora, alegoría o con descripciones antropomórficas para facilitarnos la comprensión de esta exhortación de Moisés y mensaje de Dios.
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