Génesis 47:28-31 Yaakov vive los últimos 17 años de su vida en Egipto. Antes de fallecer, pide a Yosef que jure que lo enterrará en la Tierra Santa. Génesis 48:1-22 Luego bendice a los dos hijos de Yosef, Menashe y Efraim, elevándolos al nivel de sus propios hijos, como progenitores de tribus en la nación de Israel. Génesis 49:1-33 El patriarca desea revelar el final de los días a sus hijos, pero es impedido por Dios. Yaacov bendice a sus hijos, asignando a cada uno su rol como tribu: Yehuda producirá líderes, legisladores y reyes; los sacerdotes provendrán de Leví, sabios de Isajar, navegantes de Zvulún, maestros de escuela de Shimón, soldados de Gad, jueces de Dan y cosechadores de olivas de Asher. Reuben es advertido por haber "confundido el matrimonio de su padre"; Shimón y Leví por la masacre de Shjem . Naftalí es dotado con la velocidad de un ciervo, Biniamín con la ferocidad del lobo y Yosef es bendecido con belleza y fertilidad. Génesis 50:1-26 Una gran procesión funeraria consistente en los descendientes de Yaacov, ministros del Faraón, los ciudadanos más ilustres de Egipto y la caballería Egipcia, acompañan a Yaacov en su último viaje a la Tierra Santa, donde es enterrado en la Cueva de Majpelá en Hevrón. Yosef también fallece en Egipto, a los 110 años. Él también ordena que sus huesos sean llevados de Egipto a la Tierra Santa, pero esto ocurriría sólo con el éxodo de los Israelitas de Egipto, muchos años después. Antes de morir, Yosef deja a los Hijos de Israel el testamento del cual tomarán esperanza y fe en los difíciles años venideros: "Dios seguramente los recordará, y te elevará fuera de esta tierra, a la tierra que prometió a Avraham, Yitzjak y Yaacov".