Génesis 18:1-33 Dios se revela a Abraham en una visión después de la circuncisión a la edad de 99 años; pero Abraham se retira rápidamente del encuentro para preparar una comida para tres invitados que aparecen en el calor del desierto. Uno de los tres, que son ángeles disfrazados de hombres, anuncia que, exactamente en un año, la infértil Sarah dará a luz a un hijo. Sarah se ríe. Dios le revela a Abraham lo que iba a hacer, mas Abraham suplica a Dios para salvar la perversa ciudad de Sodoma por amor a los justos. Génesis 19:1-38 Dos de los tres ángeles disfrazados arriban a la ciudad perdida, donde el sobrino de Abraham, Lot, les extiende su hospitalidad y los protege de las malvadas intenciones de la multitud. Los dos huéspedes revelan que vinieron a destruir el lugar y para salvar a Lot y su familia. La esposa de Lot se convierte en un pilar de sal cuando transgrede el mandato de no mirar hacia atrás a la ciudad en fuego mientras se escapan. Mientras se refugiaban en una caverna, las dos hijas de Lot (creyendo que ellas y su padre eran los únicos vivos en todo el mundo) embriagan a su padre, se acuestan con él y quedan embarazadas. Los dos hijos nacidos de este incidente son los padres de las naciones de Amón y Moab. Génesis 20:1 -18 Abraham se muda a Grar, donde el rey Filisteo Avimelej toma a Sarah, que es presentada como la hermana de Abraham, a su palacio. En un sueño, Dios advierte a Avimelej que morirá a menos que devuelva la mujer a su marido. Abraham explica que temía ser asesinado por la hermosa Sarah. Génesis 21:1-34 Dios recuerda Su promesa a Sarah y le da, junto con Abraham, un hijo, que es llamado Itzjak ("se reirá"). Itzjak es circuncidado a los ocho días; Abraham tiene 100 años y Sarah 90 en el momento del nacimiento. Hagar e Ishmael son echados de la casa de Abraham y deambulan por el desierto; Dios oye el llanto del muchacho agonizante y le salva la vida mostrándole a su madre un pozo de agua. Avimelej hace un pacto con Abraham en Beer Sheva, donde Abraham le entrega siete ovejas como símbolo del pacto. Génesis 22:1-24 Dios prueba la devoción de Abraham mandándole a sacrificar a su hijo Itzjak en el Monte Moria (el Monte del Templo) en Jerusalén. Itzjak es atado y colocado en el altar, y Abraham levanta el cuchillo para degollar a su hijo. Una voz del cielo lo llama a detenerse; un carnero, atrapado en los arbustos por sus cuernos, es ofrecido en lugar de Itzjak.